Con la llegada del calor, nuestro cuerpo necesita adaptarse a nuevas exigencias. Las altas temperaturas no solo aumentan la sudoración y la pérdida de líquidos, sino que también pueden provocar fatiga, somnolencia e incluso una bajada en el rendimiento físico e intelectual. Por eso, elegir bien lo que comemos en esta época del año es clave para sentirnos con energía, frescos y activos.
Hoy, desde la Farmacia Nacho Martínez, queremos contarte qué alimentos son tus mejores aliados cuando el termómetro sube.
Frutas con alto contenido en agua y vitaminas
En los días calurosos, la hidratación es tan importante como la alimentación. Por eso, las frutas de temporada son una opción ideal: aportan agua, vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a reponer lo que perdemos al sudar.
La sandía y el melón, por ejemplo, tienen más de un 90% de agua, y además son ligeros, refrescantes y muy fáciles de digerir. Otras como el mango, la piña o las cerezas no solo son sabrosas, sino que también aportan azúcares naturales que ayudan a mantener la energía de forma sostenida.
Verduras frescas y ligeras
Las ensaladas son las reinas del verano por una razón: son rápidas de preparar, bajas en calorías y muy ricas en nutrientes. Pepino, tomate, lechuga, espinacas o pimientos aportan agua, fibra y micronutrientes esenciales como el potasio o el magnesio, que ayudan a mantener el equilibrio electrolítico del organismo.
Incorporar vegetales crudos en las comidas principales también facilita la digestión y evita la sensación de pesadez que a menudo sentimos tras una comida copiosa en pleno calor.
Cereales integrales: energía que dura más
Aunque en verano solemos buscar comidas más ligeras, no debemos olvidar incluir hidratos de carbono complejos en nuestra dieta diaria. Los cereales integrales como la avena, el arroz integral o la quinoa liberan energía de forma progresiva, evitando los picos y bajones que provocan los azúcares simples.
Este tipo de alimentos, combinados con proteínas ligeras como legumbres o frutos secos, nos ayudan a mantenernos activos durante más tiempo y a evitar la fatiga mental y física.
Frutos secos y semillas: pequeños pero poderosos
A pesar de su tamaño, los frutos secos y las semillas son una auténtica bomba de energía y nutrientes. Ricos en grasas saludables, proteínas y minerales, pueden ser un tentempié excelente entre horas, sobre todo si se toman en pequeñas cantidades y sin sal añadida.
Su contenido en magnesio y vitamina E también los hace muy interesantes para mantener el buen funcionamiento muscular y combatir el cansancio.
Hidratación inteligente
Aunque no es un alimento en sí, el agua es esencial. Durante los días calurosos, es fácil subestimar lo importante que es mantenerse bien hidratado. Aparte del agua como tal, existen alimentos que contribuyen significativamente a la hidratación, como las frutas y verduras mencionadas.
Además, infusiones frías, caldos ligeros y bebidas naturales sin azúcares añadidos pueden ser opciones válidas para quienes les cuesta beber agua sola.
Mantener una alimentación equilibrada y adaptada al calor no solo mejora nuestra energía diaria, sino que también protege nuestra salud a largo plazo. Escuchar a nuestro cuerpo, elegir alimentos frescos y variados, y mantenernos bien hidratados son claves para disfrutar del verano con vitalidad.
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