Hoy en día, el uso de antibióticos está tan extendido que a veces olvidamos que no siempre son la solución. Son medicamentos, fundamentales para tratar infecciones bacterianas, pero si se usan de forma inadecuada pueden dejar de ser eficaces cuando realmente los necesitamos.
¿Qué son los antibióticos y cómo actúan?
Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones causadas por bacterias. Actúan impidiendo su reproducción o eliminándolas directamente. Gracias a ellos, enfermedades que antes eran graves o incluso mortales, hoy se curan fácilmente. Sin embargo, su mal uso está provocando un problema creciente: la resistencia bacteriana.
La resistencia ocurre cuando las bacterias aprenden a defenderse del efecto de los antibióticos. Es decir, el medicamento deja de ser eficaz. Este fenómeno no solo pone en riesgo nuestra salud individual, sino también la de toda la comunidad, ya que las infecciones se vuelven más difíciles de tratar y se incrementa el riesgo de complicaciones.
Cuándo SÍ se deben usar antibióticos
Hay situaciones en las que el uso de antibióticos es imprescindible. Algunos ejemplos son:
- Infecciones bacterianas como la neumonía, una infección urinaria complicada, una amigdalitis estreptocócica o una otitis media aguda confirmada.
- Infecciones de heridas o cortes infectados.
- En algunos casos, después de una intervención quirúrgica para prevenir infecciones.
Eso sí, siempre bajo prescripción médica. Solo un profesional sanitario puede determinar si una infección es de origen bacteriano y qué antibiótico es el más adecuado.
Cuándo NO se deben usar antibióticos
Uno de los errores más comunes es tomar antibióticos ante cualquier malestar, sobre todo cuando aparecen síntomas como dolor de garganta, mucosidad o fiebre. En la mayoría de los casos, estos síntomas están causados por virus, no por bacterias. Y los antibióticos no sirven para combatir los virus.
Veamos algunos ejemplos de cuándo no es recomendable su uso:
- Catarros, gripes y resfriados comunes.
- Bronquitis leves o infecciones víricas de vías respiratorias.
- Gripe estomacal o gastroenteritis vírica.
- Dolor de garganta sin fiebre ni placas (en muchos casos es de origen viral).
Usar antibióticos en estas situaciones no solo no mejora la recuperación, sino que puede alterar la flora intestinal, causar efectos secundarios innecesarios y contribuir a la resistencia bacteriana.
En Farmacia Nacho Martínez, creemos que la mejor medicina es la información. Por eso insistimos tanto en el uso responsable de los antibióticos. Nuestro equipo está siempre disponible para asesorarte, resolver tus dudas y ayudarte a distinguir cuándo es momento de acudir al médico y cuándo es preferible dejar que el cuerpo haga su trabajo.
¿Qué puedes hacer tú?
- No tomes antibióticos sin receta médica.
- No guardes “sobras” de tratamientos anteriores para usarlos por tu cuenta.
- Completa siempre el tratamiento prescrito, aunque te sientas mejor.
- Consulta con tu farmacéutico o médico ante cualquier duda.
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